
CONVIVENCIA FAMILIAR
CONVIVENCIA FAMILIAR

Recuerda
Qué Las relaciones basadas en el buen trato, el respeto y la convivencia armónica contribuyen a construir una vida libre de violencia.
Recuerda que... "Las personas a las que queremos se sienten bien cuando son escuchadas, cuando nos ponemos en su lugar, cuando sentimos como ellos (empatía), cuando elogiamos o apoyamos sus logros, cuando decimos las cosas (las que nos gustan y las que no) con mensajes claros y congruentes, cuando buscamos maneras de solucionar los problemas".
El primer lugar donde aprendemos a convivir es nuestra familia, en ella adquirimos las principales habilidades y aptitudes para vivir en sociedad. De esta manera, la convivencia se entiende como la capacidad de habitar en compañía e interacción con los distintos integrantes de la familia, lo que contribuye a generar un entorno de seguridad, confianza, bienestar y, sobre todo, hace posible que podamos comunicarnos e integrarnos. Esta convivencia encierra un conjunto de prácticas y valores que son compartidos en nuestras familias, los cuales promueven relaciones intrafamiliares basadas en la tolerancia, la comunicación y el apoyo mutuo. Debido a que los valores son aquellos principios o convicciones profundas que orientan nuestra conducta, se pueden identificar valores que ayudan al desarrollo de un ambiente familiar armónico. A continuación observemos algunos de ellos
Para mejorar la comunicación en nuestra familia es recomendable:
• Buscar momentos adecuados para dialogar, por ejemplo, asegurando que exista tranquilidad y no se presenten distracciones durante la comunicación.
• Hablar claro, con frases cortas y simples. Es bueno preguntar si se entendió el mensaje para evitar malos entendidos.
• Hablar mirando a los ojos y ubicados a la misma altura, generando un ambiente de confianza y respeto por la opinión de la otra persona.
• Confirmar si lo que quisimos decir fue entendido por la otra persona en el mismo sentido que nosotros le dimos o, por el contrario, si se entendió de una manera diferente, pudiendo generar malentendidos.
• Escuchar atentamente, con respeto e interés. Fortalecer la capacidad de atención y concentración, recibir información y enriquecerse con las experiencias de otras personas.
• Expresar claramente nuestros deseos, intereses y motivaciones, así como manifestar las expectativas que tenemos de las otras personas.